En Bodegas Fernando Castro estamos de enhorabuena. El más prestigioso concurso de vinos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino a nivel mundial, además de ser el más grande de Alemania, ha valorado la calidad de nuestros vinos con 7 nuevas medallas de oro.
Viña Lastra Selecto, Finca Los Altos tempranillo Reserva y Gran Reserva, Venta Real Gran Reserva, y Gran Videva Crianza, han sido los reconocidos en los últimos Berliner Wine Trophy.
En cuanto a Finca Los Altos, se ha valorado un Reserva con un periodo de envejecimiento de 36 meses, de los que al menos 12 meses permanece en barricas de madera, dado lugar a un vino de color rojo cereza oscuro con aromas de fruta roja, vainilla, roble tostado y notas minerales. Por otro lado, el Gran Reserva pasa al menos 60 meses envejeciendo, con 18 de barrica, dando un vino color rojo rubí casi teja, de aroma a fruta madura con notas de torrefacto aportadas por la madera de roble. Ambos son vinos bien estructurados, de paso en boca largo, sabroso y redondo.
El Viña Lastra Selecto, una de nuestras joyas, ha destacado por su atractivo y luminoso tono morado cereza, con un intenso aroma afrutado con notas balsámicas y de chocolate con leche. En la boca destacan los taninos dulces y una acidez equilibrada, resultando muy agradable.
Del Venta Real, destacamos su color granate, que desemboca intensamente en nariz con una combinación de fruta roja fresca con algunos toques especiados y notas florales. En boca tiene buen ataque, es afrutado y con buen recorrido.
Por último, en cuanto al Gran Videva Crianza, subrayamos su color rojo intenso de capa alta con tonalidad granate, que regala aromas de fruta madura, con notas de canela y clavo, dando como resultado un vino redondo, equilibrado en boca, con buena acidez y un elegante final.
El Berliner Wine Trophy ha llegado a convertirse en la competición internacional de vinos más destacada en todo el mundo, reuniendo a reconocidos expertos internacionales. Con un límite de 7.000 muestras por edición, el Berliner Wine Trophy es el primer concurso internacional de vinos que ha fijado un límite por motivos de calidad. Las catas, además de haber sido realizadas bajo el patrocinio de la OIV, también han estado supervisadas por la Unión Internacional de Enólogos, lo que hace que sean considerados uno de los concursos de vinos más controlados de todo el mundo.